Los humanistas apoyamos las movilizaciones del 1 de junio, “Pueblos Unidos contra la Troika”, convocadas por movimientos sociales de varios países de Europa.

El Partido Humanista comparte y suscribe la denuncia de “Las brutales e inhumanas políticas de ajuste impuestas por la odiosa Troika”  que el Manifiesto de “Pueblos Unidos contra la Troika” describe.

Ésta no es la Europa que queremos. No queremos instituciones europeas que dictan políticas en contra de las ciudadanas y ciudadanos más débiles. No queremos la división y la desigualdad crecientes que están generando. No queremos que se discrimine a pueblos enteros. No queremos sus recetas neoliberales que destruyen los derechos sociales alcanzados con el esfuerzo de muchas generaciones y que fueron modelo para otros pueblos.

La Comisión, y el Banco Central Europeo han traicionado las aspiraciones de los pueblos europeos, y solo se dedican a satisfacer y a tranquilizar a los intereses de la tiranía del dinero y de los grandes poderes financieros, en compañía de otro organismo de muy mala reputación, el FMI. ¿Quiénes son ellos y que legitimidad tienen para ejercer ese poder?  Es momento de discutir en foros y plazas y cuestionar  y revisar el funcionamiento de la Unión Europea y la dirección que ha tomado.

Ellos justifican sus políticas de “austeridad” (así llaman a los recortes en su neolengua tecnocrática) con el argumento de que la prioridad está en conseguir los adecuados  indicadores macroeconómicos antes de que los beneficios de estos indicadores puedan revertir a la sociedad. De esta manera subordinan los derechos de todas y todos a las exigencias del poder financiero.

Por el contrario, para los humanistas, es el cumplimiento del derecho a la salud, a la educación, a la vivienda,  y de todos los derechos humanos lo que debe ser la prioridad de los estados e instituciones europeas, y todo lo demás subordinarse y acomodarse para alcanzar este objetivo.

Los humanistas celebramos especialmente que ésta convocatoria se haga simultánea y coordinada por movimientos sociales de varios países europeos y que se compartan objetivos y aspiraciones comunes. Éste es un comienzo para una nueva Europa, la Europa de los Pueblos, que será mucho mejor que las instituciones que hoy la están destruyendo. Por eso llamamos a nuestros amigos y simpatizantes a participar en las distintas movilizaciones que en muchas ciudades de Europa se van a celebrar este próximo 1 de junio. Allí nos encontraremos.

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