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Democracia Directa y Nuevo Pacto Social

El pueblo chileno tiene la palabra en un plebiscito histórico

El próximo domingo 25 de octubre la ciudadanía chilena será consultada mediante un referéndum sobre si está de acuerdo con iniciar un proceso constituyente para elaborar una nueva Constitución y determinar el mecanismo para dicho proceso.

La convocatoria al Plebiscito Nacional 2020 –como se denomina oficialmente la consulta–, fue una reacción de gran parte de los partidos políticos el 15 de noviembre de 2019, a través de un “Acuerdo por la paz y una nueva Constitución”, aun cuando han sido las mismas élites políticas chilenas las que se han negado sistemáticamente por décadas a impulsar una reforma estructural.

Las opciones de la consulta serán “Apruebo” o “Rechazo” a iniciar un proceso constituyente (papeleta 1) que reemplace a la actual Constitución impuesta por el régimen de Pinochet en 1980 y con qué instrumento hacerlo (papeleta 2): “Convención Mixta Constitucional” (50% parlamentarios en ejercicio y el otro 50% delegados constituyentes por elegir en abril de 2020) o “Convención Constitucional” (100% delegados por elegir). Cabe señalar que se evitó cuidadosamente usar la palabra “Asamblea”.

Este acuerdo se selló a espaldas de la gente para intentar apropiarse de la demanda popular por una Asamblea Constituyente. En realidad eran los movimientos sociales, con las masivas movilizaciones nacionales iniciadas el 18 de octubre de 2019, quienes tenían todo el derecho a participar en la decisión de qué tipo de consulta se le debía hacer al pueblo chileno en la definición del proceso constituyente.

El intento de apropiación fue un acto excluyente con el que la clase política dejó marginadas a las grandes mayorías del país. El Partido Humanista de Chile (PHCh) lo expresó claramente en una declaración el día 14 de noviembre, uno antes del acuerdo político cupular:

“No son los partidos políticos los llamados a establecer las condiciones en que se deba construir la carta magna que conducirá el país los próximos 30 años, no es el gobierno y sus interlocutores quienes pueden decidir sobre la manera en la cual podrán participar las y los ciudadanos. Esta tarea le corresponde a una mesa amplia y diversa, compuesta por todos los sectores de la sociedad de manera equilibrada y sin exclusiones.”

E inmediatamente el Equipo de Coordinación Nacional del PHCh hizo su denuncia del movimiento que estaban realizando esas élites y definió su posición:
“Lo que se lee en el acuerdo firmado no nos representa, pues una vez más propone el engaño de los altos quórum para la aprobación de 2/3, lo que a simple vista es instalar el poder de veto en manos de la derecha. En cuanto a la cantidad de representantes, lamentablemente este acuerdo no contempla la participación de representantes de (…) [numerosos] órganos representativos de la sociedad.”

“El Partido Humanista de Chile tiene una historia de ética y coherencia basada en el respeto irrestricto de la voz de la gente común y no de las cúpulas, y en esa línea insistimos en que el gobierno y la oposición debieran establecer canales de comunicación con el mundo social, especialmente con Unidad Social, pues son las organizaciones vivas de nuestra sociedad, las que representan a las mujeres y hombres trabajadores, a los campesinos, mineros, pescadores, jóvenes, estudiantes, profesionales y técnicos”.

El pueblo chileno, empoderado luego de las grandes movilizaciones nacionales iniciadas ese 18 de octubre, ha estado exigiendo derechos fundamentales y transformaciones profundas a un modelo político y económico fracasado. Como lo demostraron las grandes manifestaciones de ayer 18 de octubre de 2020, a un año del inicio de este despertar, hoy más que nunca se siente que el modelo que alguna vez fuera presentado como el “milagro chileno” a otros países en desarrollo, hoy muestra su verdadera cara con un crecimiento económico desigual y empobrecedor.

El próximo domingo 25 de octubre, las y los humanistas seguirán exigiendo una Asamblea Constituyente. Así lo comenta el equipo de Comunicaciones del PHCh: “Como humanistas creemos que la Asamblea Constituyente es la verdadera y única fórmula para alcanzar una constitución que garantice los derechos básicos, ciudadanos, civiles y humanos. Cualquier ejercicio que pretenda suplan-tar la soberanía de la gente, jamás va a tener la posibilidad de redistribuir el poder en términos políticos, económicos y de estructuración social”.

Leticia García Farías del Centro de Estudios Humanistas CEHUM-Alétheia, quienes desarrollaron una Propuesta de Asamblea Constituyente para Chile, nos comenta:

“Queremos una Asamblea Constituyente Soberana, popular, plurinacional y feminista. Para esto necesitamos sumarnos y/o poner en marcha Asambleas y Cabildos territoriales. Un proceso popular y democrático que define los principios estratégicos para una nueva constitución desde la base y elige voceros «mandatados» que van al nivel regional, donde se sistematiza las pro-puestas regionales; y entre ellos se elige a los voceros «mandatados» que constituirán la Asamblea Constituyente Nacional, a cargo de redactar el texto que vaya a plebiscito nacional”.

Ante la trampa institucional, las y los humanistas invitan a la movilización permanente, consciente y creativa, que involucre y sume millones de intenciones por la transformación de Chile. Una Asamblea Constituyente no es simplemente un acto eleccionario, sino que es el espacio para la expresión y canalización de los sentires, sueños y necesidades del movimiento social que, organizadamente desde sus territorios, autoconvocado en cabildos y asambleas territoriales, puede ir construyendo secuencialmente instancias de participación en diferentes niveles, con vocería directa.

Las y los humanistas chilenos decidieron trabajar por un voto con sentido en el plebiscito de este domingo. Además de aprobar una nueva Constitución y un órgano 100% electo, marcarán la boleta de ese segundo voto con “AC” (por Asamblea Constituyente). Para que esa acción tenga resonancia, necesitarán cuidar el voto y contarlos y, para ello han intencionado construir una línea de apoderados en todas las mesas electorales, para poder tener un sistema de conteo propio.
Desde la Federación de Partidos Humanistas y sus cientos de miembros plenos, vemos con orgullo el compromiso del PHCh con su pueblo y su permanente construcción de la democracia directa.

La soberanía debe radicar en el pueblo y es el pueblo el garante de la institucionalidad.

CEHUM-Alétheia

Equipo de Coordinación Internacional Partido Humanista Internacional

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