Suscribimos y difundimos la declaración de nuestros compañeros del PH de Paraguay, que denuncia que el golpe “constituye una demostración del bandolerismo con que operan las estructuras de poder instaladas en los aparatos estatales de nuestro país”, y “la ruptura del proceso democrático que ha tenido lugar, y que inicia una inevitable secuencia de atropellos”
Igualmente denunciamos que el detonante del golpe de Estado fue la reforma agraria puesta en marcha por el gobierno de Lugo, mediante la cual comenzaron a entregarse tierras a campesinos carentes de ellas. Los compañeros humanistas paraguayos explican: “Paraguay es el país con mayor porcentaje de población rural de la región, en el que una de cada 3 personas vive en situación de pobreza; y donde el 1% de la población posee el 77% de las tierras. De esta manera se define la estructura de poder del país, la cual ha empezado a entrar en crisis”. Se trata, una vez más, de los intereses de unos pocos que controlan la riqueza, frente a una mayoría de la población, a la que se pretende dejar postrada y postergada.
Por ello, apoyamos y defendemos el derecho a la resistencia no violenta de los amplios sectores sociales que se está manifestando a lo largo de todo el país, y especialmente en la sede de la TV pública paraguaya.
Hoy los pueblos no van a callar cuando se les niega su derecho a decidir, o cuando se les impide cuestionar un orden de las cosas injusto y violento. Está ya en la conciencia y el corazón de las grandes mayorías un mundo nuevo, y está ya instalada la conciencia de que el progreso de unos pocos termina en progreso de nadie.